El Dios amor, el Dios que ama, es el Dios que entra en el corazón de las personas que habitamos nuestro mundo.
Muchas veces siento la necesidad de preguntarme: ¿Realmente es esta la imagen que yo tengo de Dios, la que me ofrece su Palabra? ¿Es esta realidad, la de un Dios amor, la que alimenta mi fe, mi esperanza? ¿Qué imagen de Dios sostiene y alimenta mi experiencia de creyente?… ¿Acaso hay zonas de mi ser que aún no han sido alcanzadas totalmente por esta luz cegadora de un amor que transforma lo que se DEJA TOCAR POR ÉL?
Dios es amor, dice Juan en su primera carta… Él lo puede decir con tanta fuerza porque ha pasado por la experiencia de sentirse amado por Él…
Mientras no creas que Dios te ama no puedes decir que Dios es amor, o por lo menos que crees que Dios es amor… La fe es adhesión personal a la persona de Dios… La fe es entregar el corazón a una Persona de la que me siento amado, buscado, acogido siempre…
La Palabra de Dios está allí asegurándote el amor, la presencia de Dios en tu vida…
Recuerda:
Sal 46,2 Dios es para nosotros refugio y fortaleza, un socorro en la angustia siempre a punto.
¿Cuántas veces en tu vida no has sentido que Alguien te protegía, te cuidaba?
Jb 33,12 Dios es más grande que el hombre.
¿En cuántos momentos has medido la pequeñez del hombre y has sentido que Alguien hay que es más grande que el hombre, aun el más poderoso, de una grandeza que no achica, sino que ensancha el corazón de quien la mira?
Dt 4,31 porque tu Dios es un Dios misericordioso: no te abandonará ni te destruirá, y no se olvidará de la alianza que con juramento concluyó con tus padres
¿Cuántas veces has sentido sobre tu vida la misericordia de Dios extenderse como una nube protectora, has percibido la presencia de un rostro amoroso que buscaba tu mirada para consolarte, ayudarte, bendecirte?
Jos 1,9 ¿No te he mandado que seas valiente y firme? No tengas miedo ni te acobardes, porque tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.»..
En medio de tus luchas cuantas veces has experimentado la presencia de Alguien que te sostenía, te alentaba a seguir adelante, a no tirar la toalla
Dt 10,17 porque vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno…
¿En cuántos momentos has sentido que podías estar seguro porque Alguien te quiere por lo que eres, que no tiene preferencia por nadie, para quien todos son amables y amados?…Y tú has gozado con esta seguridad..
Dt 7,9 Has de saber, pues, que tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos…
¿En cuántos momentos, cuando has visto resquebrajarse los afectos aparentemente más seguros, las amistades más fiables… te has parado en pensar que Dios es fiel, que guarda intacto su amor por ti… que pase lo que pase te ama y está a tu lado?
Dt 2,7 Pues tu Dios te ha bendecido en todas tus obras: ha protegido tu marcha por este gran desierto, y hace ya cuarenta años que tu Dios está contigo sin que te haya faltado nada…
¿En cuántos momentos te has parado a pensar en la bendición de tu Dios, la bendición que hace fecunda tu vida… la bendición que hace que nada te falte… una bendición providente que sale al paso de tus necesidades?
Ex 15,26 yo soy tu Dios, el que te sana…
¿Cuántas veces te has sentido sanado por Alguien que vela por ti, que está a tu lado?…
Es posible que estas experiencias tú las hayas vivido sin darle nombre…Trata hoy de darles nombre… de identificarlas… de reconocer en ellas al Dios presente siempre con su amor…