DIOS ES AMOR…. ¿lo creo?

DIOS ES AMOR…A veces esta afirmación puede resonar en mi como una frase hecha…Es que quizás me resista a acoger en mi corazón el modo de ser de Dios que es toda gratuidad y todo amor. Mi lógica, nuestra lógica no es la de Dios…

Su palabra desbarata nuestros prejuicios cuando entra suavemente o irrumpe en nosotros para repetirnos” “Yo te he creado, te he formado, te he rescatado, te he llamado por tu nombre, tú me perteneces”… (Is 43, 1-7; 49, 1-7)

¿De verdad es así?..Ciertamente…Dios te ha creado por amor.     Puede que esto te lleve a preguntarte cómo es posible que Dios te ame si eres tan limitado, tan poca cosa…

Sin embargo, es así, tú eres el gran misterio de Dios en el mundo. Tú eres un misterio de amor que sólo Dios puede revelarte a ti mismo.

Hay muchas de las palabras de Dios contenidas en las escrituras que pueden asegurarte en esta verdad. “aunque una madre se olvide de su hijo, Yo no te olvidaré” (cf. Is. 49,15)

Frente a esta palabra de Dios ¿tú como te sientes?, ¿qué experimentas?…

Dios te   ha sellado con su propia imagen… te ama con un amor personal… te rescata de la nada,  te trae a la vida porque tiene un proyecto de amor para ti, que tú y solo tú puedes realizar.

Y Él no es un creador que abandona su obra, Él sale fiador por ti y te asegura su constante presencia en tu vida “no temas, porque yo estoy contigo” (Is.41, 10)        Pero aún más, Él no se cansa de repetirte a través de su palabra, esa palabra que cuando penetra en nuestra tierra la transforma, ¡cuánto vales a sus ojos! Y te lo repite además que con palabras, con sus hechos.

Deja que  sea Él quien hable a tu corazón y vaya afianzándote en la certeza de que tu verdadera identidad es la de ser hijo suyo, amado por Él y signo visible de su amor para el mundo…

CREE Y ANUNCIA…SE TESTIGO DE ESTE AMOR…

 

Creo en Dios que es amor

 

El Dios amor, el Dios que ama, es el Dios que entra en el corazón de las personas que habitamos nuestro mundo.

Muchas veces siento la necesidad de preguntarme: ¿Realmente es esta la imagen que yo tengo de Dios, la que me ofrece su Palabra? ¿Es esta realidad, la de un Dios amor, la que alimenta mi fe, mi esperanza? ¿Qué imagen de Dios sostiene y alimenta mi experiencia de creyente?… ¿Acaso hay zonas de mi ser que aún no han sido alcanzadas totalmente por esta luz cegadora de un amor que transforma lo que se DEJA TOCAR POR ÉL?

Dios es amor, dice Juan en su primera carta… Él lo puede decir con tanta fuerza porque ha pasado por la experiencia de sentirse amado por Él…

Mientras no creas que Dios te ama no puedes decir que Dios es amor, o por lo menos que crees que Dios es amor… La fe es adhesión personal a la persona de Dios… La fe es entregar el corazón a una Persona de la que me siento amado, buscado, acogido siempre…

La Palabra de Dios está allí asegurándote el amor, la presencia de Dios en  tu vida…

Recuerda:

Sal 46,2  Dios es para nosotros refugio y fortaleza,  un socorro en la angustia siempre a punto.

¿Cuántas veces en tu vida no has sentido que Alguien te protegía, te cuidaba?

Jb 33,12  Dios es más grande que el hombre.

¿En cuántos momentos has medido la pequeñez del hombre y has sentido que Alguien hay que es más grande que el hombre, aun el más poderoso, de una grandeza que no achica, sino que ensancha el corazón de quien la mira?

Dt  4,31  porque tu Dios es un Dios misericordioso: no te abandonará ni te destruirá, y no se olvidará de la alianza que con juramento concluyó con tus padres

¿Cuántas veces has sentido sobre tu vida la misericordia de Dios extenderse como una nube protectora, has percibido la presencia de un rostro amoroso que buscaba tu mirada para consolarte, ayudarte, bendecirte?

Jos 1,9  ¿No te he mandado que seas valiente y firme? No tengas miedo ni te acobardes, porque tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.»..

En medio de tus luchas cuantas veces has experimentado la presencia de Alguien que te sostenía, te alentaba a seguir adelante, a no tirar la toalla

Dt 10,17  porque vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno…

¿En cuántos momentos has sentido que podías estar seguro porque Alguien te quiere por lo que eres, que no tiene preferencia por nadie, para quien todos son amables y amados?…Y tú has gozado con esta seguridad..

Dt  7,9  Has de saber, pues, que tu Dios es el Dios verdadero, el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos…

¿En cuántos momentos, cuando has visto resquebrajarse los afectos aparentemente más seguros, las amistades más fiables… te has parado en pensar que Dios es fiel, que guarda intacto su amor por ti… que pase lo que pase te ama y está a tu lado?

Dt  2,7  Pues tu Dios te ha bendecido en todas tus obras: ha protegido tu marcha por este gran desierto, y hace ya cuarenta años que tu Dios está contigo sin que te haya faltado nada… 

¿En cuántos momentos te has parado a pensar en la bendición de tu Dios, la bendición que hace fecunda tu vida… la bendición que hace que nada te falte… una bendición providente que sale al paso de tus necesidades?

Ex 15,26  yo soy tu Dios, el que te sana…

¿Cuántas veces te has sentido sanado por Alguien que vela por ti, que está a tu lado?…

Es posible que estas experiencias tú las hayas vivido sin darle nombre…Trata hoy de darles nombre… de identificarlas… de reconocer en ellas al Dios presente siempre con su amor…

Tal como soy!

 

Os dejo una canción que hemos compartido en el grupo de oración… ojalá nos abandonemos a Él por completo, como la viuda que da los dos reales, todo lo que tenía para vivir.. Ella se da por completo a Jesús, con lo que es.. no le hace falta aparentar.. ¿os podéis imaginar la situación? una mujer en aquellos tiempos que era lo más pobre, marginada… desapercibida para muchos, da todo lo que tiene.. pero hay Alguien que la mira.. ¿cómo la mira?..

Un abrazo enorme a todos y que Dios os bendiga 😉

 

Verónica Ruiz Carral

Credo!!!

Credo!!!

El Credo!!!

Creo en DIOS ÚNICO

Hemos dicho que el DIOS UNICO Padre, Hijo y Espíritu Santo es un misterio humanamente incomprensible, sin la luz de la fe. Ha habido una persona en nuestra historia humana para la que seguramente la revelación de este misterio ha sido sorprendente tanto como para cada uno de nosotros…Ella nos puede decir algo… Es MARIA, la persona humana que vive una relación especial con la Trinidad y además con su SI deja que la Trinidad entre en nuestra historia. Baste leer el pasaje de la Anunciación en el evangelio de Lucas para caer en la cuenta de ello.

Dios Padre le pide ser la madre de su Hijo y por un camino extraordinario de fecundidad que es la bajada del Espíritu en su ser. Y Ella acepta la invitación de Dios y CREE en su Palabra y se convierte en SANTUARIO de la Trinidad, en su icono.

Así María de Nazaret, la Virgen sencilla y humilde, con su SI deja entrar en nuestra historia a la Trinidad…Desde su SI nuestro Dios se hace historia humana, es DIOS CON NOSOTROS, camina con cada persona humana, lo sepamos o no, lo creamos o no,… Es un hecho histórico, cargado sí de misterio, que está allí a decirnos que Dios se ha hecho carne para salvar a todo hombre…Y tu mirada, mi mirada, se extiende por el mundo y ve que allí donde una persona humana respira, vive, lucha, goza, muere…está nuestro Dios con ella, en ella, lo sepa o no…

María es la tierra en la que la Trinidad pone sus raíces para realizar su obra de salvación…Es la primera persona en nuestra historia de salvación que hace experiencia de este misterio… Esto la hace mujer ABIERTA…a Dios, al mundo, a cada persona…MUJER que vive en el estupor de la contemplación, de la gratitud y en comunión con Dios y con el mundo.

Ella, con el “saber hacer” propio de una Madre- es la Madre de Dios- nos puede ir contagiando todo lo que del misterio de Dios UNO Y TRINO se desprende: comunión, amor, disponibilidad, humildad, donación…

Se trata de hacerse un poco o un mucho…” niños”…intentar acercarse a Aquel cuyo “conocimiento” nos desborda, desde el “reconocimiento” de nuestros límites, de  nuestra pequeñez, que no puede contener en el hueco de la mente- por más valioso y bello que sea- la inmensidad y profundidad del Dios Amor…como el  niño de la playa no podía llenar el pocito hecho en la arena con toda el agua del mar…

Se trata de decir Si a Dios como María,…sí a lo humanamente incomprensible, sí a nuestra pequeñez, fragilidad, que en Dios se convierte en fuerza y poder…El Si de María…su “ hágase en mi según su Palabra” es expresión de fe total y absoluta en Dios y a la vez es el comienzo de un camino de fe vivido en la oscuridad…Para María no será sencillo ver pasar ante sus ojos la vida de su Hijo que es a la vez Hijo de Dios, con tanta normalidad, desde su gestación a su crecimiento…  Cuántas veces miraría a Su Hijo y diría con asombro:  “¡este Hijo mío es Hijo de Dios!” El Dios que María había conocido , en el que creía, a quien amaba, era el Dios todopoderoso, El Dios que manifestaba su poder con prodigios a su pueblo, el Dios ante quien había que cubrirse el rostro…Ahora el Hijo de Dios, por la acción del Espíritu Santo, entra en sus entrañas como cualquier niño en las de cualquier madre…Ella tocará este niño, lo educará, lo acompañará en su crecimiento…A lo largo de treinta años será su madre y maestra…Cuantas veces María repetirá “ Mi Dios, creo en el milagro de la Encarnación de tu Hijo en mi, por obra del Espíritu Santo”…Y así recorrerá un camino de fe vivido de certeza en certeza, no de claridad en claridad…